Antonio Bravo Vázquez es un ilustrador español afincado en Málaga.

¿Cómo decidiste representar al Eikon que se te asignó?

Cuando me asignaron representar a Eikon Bahamut, pensé simultáneamente en los elementos atractivos de Eikon y los elementos que recordaba del juego que solía jugar. Pero también pensé en mi expresión artística y mis limitaciones. Todo eso lo tomé en cuenta sin sentirme incómoda en ningún momento del proceso. Como no estoy muy acostumbrada a pintar sobre telas y no podía saber muy bien cómo quedaría la textura, decidí simplificar mucho los bocetos.
y diseños Terminé eligiendo solo un par de colores creando un gran contraste entre el color negro de los artículos y los colores brillantes que elegí.

¿Qué elementos elegiste para representarlo mejor y por qué?

Las primeras cosas que me vienen a la mente si pienso en Bahamut son: sus enormes alas y su característico ataque creando una bola de energía que lanza de su boca. En la gorra me enfoqué en las alas porque iba a ser un diseño más pequeño. Pensé que las alas deberían ser el elemento más distintivo porque es el primer elemento reconocible de su forma cuando lo ves en un tamaño pequeño. En cuanto a los pantalones cortos, iba a ser más fácil porque podía crear una superficie plana para trabajar sobre ellos. Luego elegí enfocarme en la cabeza usando el color más brillante para la bola de energía, los destellos de luz y algunos toques de luz para crear más detalles. Finalmente, la mochila fue definitivamente el diseño más complejo para planificar y ejecutar. Decidí mostrar a Bahamut por completo y me concentré en el cuerpo y las alas. Subyacen también los mismos elementos que en los pantalones cortos. Este proceso me permitió representar cada vez a Bahamut desde una perspectiva única.

¿Qué materiales utilizaste para tu custom?

Usé colores acrílicos a base de agua y algunas poscas para los detalles más pequeños y para "limpiar" el contorno. También se necesitaba MUCHO papel adhesivo para enmascarar.

Divide el proceso creativo en pasos.

Busqué el consejo de Fon Diaz, un experto en crear prendas exquisitas. Yo usé Vallejo
colores acrílicos y plantillas para traducir diseños con precisión en ropa. Luego imprimí las formas y las tracé en papel adhesivo, que fue la parte más desafiante. Después de arreglar la plantilla, apliqué tres capas de imprimación blanca para crear un fondo blanco, lo que permitió que los colores más brillantes brillaran sin utilizar la saturación. Para acelerar el proceso, utilicé un secador de pelo después de cada capa de pintura.

Después de quitar la plantilla, pinté el diseño a mano con tres capas más de color azul y apliqué posca negra en los contornos. El proceso fue consistente para cada ítem, y aprendí de cada intento, evitando la improvisación y
centrándose en el plan original. A pesar de los desafíos, el resultado final fue gratificante, ya que me recordó la alegría de trabajar con pinturas reales y dejar de lado la pantalla de su computadora.